Biografía de Felipe Pirela
Felipe Antonio Pirela Moron, mejor conocido como
Felipe Pirela o “El Bolerista de
América”, fue un cantante del género bolero. Nació el 4 de
septiembre de 1941 en Maracaibo, Venezuela, y fue asesinado el 2 de
julio de 1972 en San Juan, Puerto Rico.
Niñez, Juventud y Vida Familiar
Del “Empedrao” para el mundo, quien conozca la ciudad de Maracaibo,
capital del petrolero estado Zulia al occidente de Venezuela, sabe
que una de las más populares zonas es la del barrio “El empedrao’”,
como se dice en criollo, o maracucho si así lo prefieren.
De esta barriada han surgido un grueso e importante número de
poetas, compositores, cantantes, trovadores y gaiteros.
Así pues, al humilde hogar de Don Felipe Pirela y Doña Lucía Morón
de Pirela llegó aquel 4 de Septiembre de 1941 la bendición de un
hijo, bautizado como Felipe Antonio Pirela Morón, a quien el
futuro, por su privilegiada voz, concisa compostura y particular
interpretación, le otorgaría el reconocimiento de “El Bolerista de
América”.
Inicios de Felipe Pirela en la Música
Los primeros pasos para el entonces novel cantante se da con las
orquestas de Juanito Arteta y Los Peniques, por las que transitó
sin mucha relevancia.
De hecho, su llegada a esta última se da por la insistencia de un
amigo suyo relacionado a Jorge Beltrán, el director de la
agrupación.
Para entonces Los Peniques contaba con los vocalistas Victor
Piñero, Chico Salas, Ada Vizuet y Tony Izaguirre, lo cual le
dificultaba el camino a Pirela, quien se conformaba con cantar al
menos una canción en el último set bailable.
Todo transcurría sin pena ni gloria, hasta que un buen día el
maestro, director y arreglista Billo Frómeta le escuchó cantar y
mostró interés por sus servicios.
Trayectoria y Legado
La entrevista pautada con Billo debía darse en la casa de los
Pirela Morón, por lo que la familia se preparó a fin de agradar al
Maestro.
Cuando éste llegó a la vivienda no hizo más que expresar: “...
Quiero contratarlo para que sea el bolerista de mi orquesta. Usted
tiene mucho futuro... canta como los ángeles...”, expresó.
Corría el año 1960, y a Billo le había sido levantado un veto
impuesto por la Asociación de Músicos del Distrito Federal y Estado
Miranda.
Billo comenzó a reestructurar su orquesta, lo que para él sería su
“Tercera República”, sin duda alguna, la más exitosa de su
carrera y con la que trascendió aún después de su muerte.
Para ello se hizo además de los servicios de otro maracucho: el
guarachero Cheo García. Con la orquesta Billo’s Caracas Boys, las
voces de Felipe Pirela y Cheo García adquieren gran prestigio,
individualmente, y por la manera como hilvanan sus voces y ritmos
en los famosos mosaicos creados por el Maestro.
La orquesta causa sensación en el Continente, al tiempo que la
dulce voz de Pirela seduce a cientos de miles de fanáticas, si se
quiere huérfanas de un ídolo, ante la ausencia de su hasta entonces
amor platónico: Alfredo Sadel, quien había tomado la decisión de
dedicarse al bel canto.
Felipe Pirela como solista
Luego de que Pirela obtuviese fama con la orquesta Billo’s Caracas
Boys comienzan a lloverle ofertas de otros países, la más
tentadora, desde México.
El cantante le consultó a su mentor, anticipándole sus deseos de
mantenerse en la orquesta en la que llevaba más de dos años. No
obstante, Billo sabía que ya era hora de que Pirela comenzara a
volar; no sería él quien cortara sus alas, atándolo a su orquesta,
truncándole su camino al estrellato definitivo.
Tras la venia y asesoría de Billo, Pirela parte al país azteca
donde le esperaba el camino a la internacionalización como solista
y su posterior consagración como “El Bolerista de América”.
Una vez cumplido su compromiso en México, Pirela regresa a
Venezuela, ya que había empeñado su palabra de matrimonio a la
joven Mariela Montiel, con quien tendría su única hija Lennys
Beatriz Pirela Montiel. Las nupcias se celebran en septiembre de
1964.
Vale señalar que Pirela (23) era diez años mayor que ella, al
tiempo que la unión, tan furtiva como efímera, llega a un triste
desenlace con un escandaloso divorcio que marcó al Bolerista de
América para siempre.
Posteriormente, Montiel divulgaría ciertas declaraciones
desprestigiando a Pirela acerca de su conducta sexual en medios
impresos. A raíz de ello, compuso un tema titulado “Injusto
Despecho”, al cual incluyó en su último álbum de 1966.
El siempre bien recordado y apreciado “Bolerista de América" sumido
en una fuerte depresión, con su decepción a cuestas, decidió
marcharse de Venezuela, hasta Colombia, luego a República
Dominicana y finalmente a Puerto Rico.
Su fama y prestigio adquiridos le permiten abrir las puertas de
Hispanoamérica, es como así en su exilio graba el LP “Entre Tu
Amor Y Mi Amor”, que adquiere impresionantes cifras de ventas
traducidas en reconocimientos artísticos.
Al tema promocional que da título al disco se suma una seguidilla
de éxitos. A pesar de ello, el mal ya estaba hecho. Desmoralizado y
socavado en su orgullo sufre una nueva depresión, transitando
senderos inesperados que igualmente disminuyen el intenso brillo de
su estrella.
Para 1967 realizaría una pequeña gira por Venezuela, Estados
Unidos, Canadá y México, en este último país realizó su primer y
único disco acompañado de guitarras, al que tituló “Boleros Con
Guitarras” de la mano de Benjamín Correa y el grupo Los Tres
Caballeros.
En diciembre de ese año representó a Venezuela en el Segundo
Festival Latinoamericano de la Canción Popular junto a la
reconocida actriz y cantante Lila Morillo, obteniendo el 7mo
lugar.
Asimismo participó en el Festival de la Voz de Oro de
Venezuela en Barquisimeto. Posteriormente se mudó por un
tiempo a Estados Unidos, cerrando sus compromisos con su sello
discográfico de su país natal, pues tenía la idea de crear su
propia empresa de discos, lo cual nunca llevó a cabo.
En su impecable trayectoria se convirtió en un reconocido artista a
nivel mundial visitando distintas ciudades a lo largo y ancho de
América, principalmente en países como Colombia, República
Dominicana, Estados Unidos, Perú, Ecuador, entre otros.
Ganó distintos e infinitos premios en varias ocasiones, entre los
más destacados un Disco de Oro otorgado por el sello discográfico
Velvet, por haber conseguido la venta de más de un millón de
discos.
Asesinato de Felipe Pirela
Pirela fue asesinado en el transcurso de la mañana del 2 de julio
de 1972 en la zona de Isla Verde, justamente en el Hotel Cecillia’s
Place, calle La Rosa, desde un carro que se encontraba transitando
por la zona efectuaron varios disparos dirigidos al cantante,
cayendo así mortalmente tras los impactos.
Posteriormente fue trasladado al Hospital Presbiteriano en la
ciudad de Santurce, ingresando sin ningún signo vital, puesto que
uno de las balas le había perforado la arteria aorta.
Los encargados de reconocer el cuerpo de Pirela fueron su promotor
de espectáculos Tony Chiroldes y la periodista, encargada de sus
relaciones públicas y pareja, Francisca Berrío.
Una semana y media fue suficiente para que los cuerpos policiales
de San Juan capturaran al encargado de los hechos, Luis Rosaldo
Medina, quien era un mafioso con un largo expediente policial, la
razón del asesinato fue por una deuda de drogas. “Pirela me debía 5
mil dólares en cocaína, por eso decidí matarlo”, explicó.