Biografía de Los Embajadores Criollos
Los Embajadores Criollos, conocidos también como
Los Ídolos del Pueblo, son un destacado trío musical peruano que se
especializa en la interpretación de música criolla. Este grupo fue
fundado en la ciudad de Lima, Perú, en el año 1948. Desde entonces,
ha sido una figura emblemática en la escena musical del Perú.
A lo largo de las décadas, han desarrollado un amplio y variado
repertorio que incluye valses, polkas e incluso marineras, géneros
que forman parte fundamental de la música criolla peruana. Sus
interpretaciones han logrado conquistarse el cariño del público,
permaneciendo como referentes en la cultura musical del país.
Algunas de las canciones más famosas de Los Embajadores Criollos
son
"Déjanos", "Vibora", "Tu culpa", "Lejano amor" y
"Odiame".
Inicios de Los Embajadores Criollos en la Música
Los Embajadores Criollos se fundaron alrededor del año 1948, en un
contexto en el que surgieron diversos dúos y agrupaciones
musicales. Desde sus inicios, el trío se destacó por su estilo
particular y su contribución a la música popular de la época. El
conjunto estuvo integrado por tres talentosos músicos: Rómulo
Varillas, quien se encargaba de la primera voz y tocaba la segunda
guitarra; Carlos Correa, responsable de la segunda voz; y Alejandro
Rodríguez, que asumía la primera guitarra. La combinación de sus
habilidades vocales e instrumentales fue fundamental para definir
su sonido característico.
A lo largo de su trayectoria, Los Embajadores Criollos lograron
grabar más de 110 canciones, muchas de ellas con un tono
melancólico y romántico, que reflejaban las sensibilidades y la
estética musical de aquel período. Su legado perdura como uno de
los pilares de la música criolla de mediados del siglo XX.
Género musical
Los Embajadores Criollos es conocido por interpretar música
tradicional criolla y folclórica. Su género principal es la música
folclórica peruana, incluyendo géneros como el joropo, el pasaje,
el galerón y otros estilos típicos de la música criolla
venezolana.
En cuanto al estilo, se caracterizan por un enfoque auténtico y
tradicional, resaltando la interpretación de instrumentos típicos
como el arpa, la guitarra, el cuatro y las maracas. Su estilo vocal
y musical busca preservar y difundir la cultura venezolana a través
de interpretaciones apasionadas y arraigadas en las tradiciones
folclóricas.
Respecto a las letras, sus canciones suelen hablar de temas
culturales, costumbres, historias, amor por la tierra, tradiciones
venezolanas y aspectos de la vida rural y urbana del país. Las
letras reflejan orgullo nacional, nostalgia por las raíces y
celebran la identidad criolla venezolana.
Trayectoria y Legado
La carrera de Los Embajadores Criollos comenzó a consolidarse a
principios de la década de 1950, cuando este trío logró captar la
atención del público a nivel nacional. La potente voz de Rómulo
Varillas y Carlos Correa, junto con la destacada habilidad con la
guitarra de Alejandro Rodríguez, fueron fundamentales para su
éxito. Sus presentaciones se extendieron por diversas regiones del
Perú, incluyendo ciudades como Lima, Huánuco, Trujillo, Tacna,
Huaral y San Vicente de Cañete.
Un momento crucial en su ascenso fue su aparición en Radio Atalaya,
ubicada en Jr. Washington en el Centro Histórico de Lima. Esta
emisora fue un escenario que los catapultó a la fama, gracias a la
singularidad de su estilo y a la emotividad de sus
interpretaciones. La voz de Rómulo, con sus falsetes y los
"gallitos" en sus canciones, creó un estilo distintivo de queja y
melancolía que conmovió profundamente a los radioescuchas de
aquella época. Bajo la conducción de David Odría, conocido como "La
Cotera", el programa en Radio Atalaya consolidó su prestigio y
popularidad.
Hacia finales de 1951, la agrupación y su conductor se trasladaron
a Radio Victoria, ubicada en la avenida Paseo de la República, en
los bajos del teatro "La cabaña", en el parque de la Exposición.
Radio Victoria era uno de los principales centros de difusión
artística en Lima, donde se presentaban los mejores artistas del
país. Durante estos años, su música estuvo acompañada por
radionovelas como
"El derecho de nacer" y
"El
catchascán", además de conciertos de artistas internacionales
como Pérez Prado. Aunque no se tiene mucha información sobre su
actividad en épocas posteriores, lo que sí se puede afirmar es que
Los Embajadores Criollos se convirtieron en uno de los tríos
criollos más destacados del Perú, reconocidos tanto a nivel
nacional como internacional, por su interpretación de valses y
polkas, y por su contribución a la música criolla.
Durante las décadas del 50 y 60, su éxito alcanzó niveles
extraordinarios. Muchas familias con radios en sus hogares
colocaban los aparatos en la ventana de la sala para que la música
de Los Embajadores Criollos pudiera ser escuchada por los
transeúntes y vecinos. La emoción que transmitían en temas como
"Alma, corazón y vida" y
"Hilda" lograba que
muchos se emocionaran y derramaran lágrimas en silencio. La
popularidad del trío se reflejaba en la reacción del público, que
se dejaba envolver por la melancolía y la pasión en cada
interpretación. En 1965, lograron un éxito resonante en Ecuador,
donde se presentaron en un histórico mano a mano con
Javier Solís, bajo la conducción del
periodista José Lázaro Tello, consolidando así su prestigio
internacional.
Rómulo Varillas fue siempre un personaje inquieto, personalista e
impredecible, cuya personalidad marcó profundamente la historia del
trío. En ocasiones, aparecía cantando en dúo con artistas como
Fernando Loli, formando el dúo "Los Dos Compadres", o con Miguel
Cabrejos, lo que generaba discrepancias internas. Estas diferencias
llevaron en varias ocasiones a su separación definitiva del grupo.
Aunque hubo intentos por reagruparlos, Rómulo decidió seguir una
carrera en solitario, dejando atrás el trío y siendo reemplazado
por Carlos Guzmán en la formación. Su salida generó muchas
especulaciones: algunos atribuían su alejamiento a su tendencia a
salir a cantar con cualquier artista, causando malestar en el
conjunto, mientras que otros señalaban una posible disputa
sentimental entre Carlos y Rómulo. La versión más aceptada es que
su decisión se debió a su desacuerdo con el director artístico de
la disquera, Oscar Avilés, quien controlaba los arreglos musicales
y tocaba la primera guitarra junto a Alejandro Rodríguez. La
interferencia en su estilo y decisiones musicales llevó a Rómulo a
retirarse, poniendo fin a una etapa dorada de Los Embajadores
Criollos.
Los Embajadores Criollos es reconocida por su importante
contribución a la música criolla y folclórica del Perú. Su legado
se caracteriza por la interpretación auténtica de géneros
tradicionales como el vals peruano, la marinera y la festejada
música criolla, promoviendo y preservando la identidad cultural
peruana a través de su talento y pasión por la música.